Complemento alimenticio a base de fermentos lácticos vivos, Lactobacillus acidophilus la-14, Bifidobacterium lactis bl-04 y Fructo-oligosacáridos, que ayudan a equilibrar la flora bacteriana de nuestro organismo.
EL MICROBIOTA INTESTINAL
La microbiota intestinal es el conjunto de los microorganismos que se
encuentran en el aparato digestivo; en el hombre se han identificado por
ahora entre 500 y 1000 especies. Es característico de cada individuo: se trata
de una “huella digital bacteriana” y consta de aproximadamente 1014, es decir,
10 veces el número total de células del propio individuo. La composición y
la concentración microbiana cambia y aumenta numéricamente a lo largo
de los diversos distritos gastrointestinales: es más rica en Lactobacilos
en la parte alta y en Bifidobacterias en la parte baja. Una flora bacteriana
equilibrada a nivel de cantidad y calidad (eubiosis) es fundamental para la
correcta funcionalidad intestinal porque contribuye en la obstaculización de
los microorganismos extraños, favorece la digestión y la asimilación de los
nutrientes, estimula el GALT (el sistema inmunitario intestinal) y contribuye
en la eliminación de los metabolitos nocivos y en la síntesis de vitaminas.
Este frágil equilibrio puede sufrir alteraciones (disbiosis) con la llegada de
estímulos externos como el estrés,el cambio de las costumbres alimentarias,
las infecciones y el uso de antibióticos.
LACTOBACILLUS ACIDOPHILUS LA-14 Y BIFIDOBACTERIUM LACTIS BL-04
L. acidophilus y B. lactis son cepas muy estudiadas puesto que, al ser muy
resistentes a las desfavorables condiciones gástricas (concretamente al pH
ácido), son especialmente adecuadas para la supervivencia a nivel intestinal.
En varios estudios se ha demostrado que estas cepas tienen la capacidad
de adherir a las células epiteliales y, por tanto, son capaces de obstaculizar
la adhesión de microorganismos extraños a la flora intestinal.
FOS
Los FOS son fibras prebióticas insolubles pertenecientes a la familia de los
fructanos y presentes naturalmente en diversas frutas, verduras y plantas
comunes como trigo, cebada, centeno, espárragos, plátanos, alcachofas, ajo
y cebollas. Son ligeramente dulces y son utilizados por los microorganismos
intestinales para su crecimiento.